Actualmente llevo 3 años sin sufrir ningún episodio. Espero que todo siga así.

El primero que recuerdo fue a los 25 años, coincidiendo con mi primera hospitalización.

Desde ese momento, como os podéis imaginar, he tenido alguno más.

Me he podido recuperar de cada uno ellos, pero ciertos síntomas se han ido agravando con cada nuevo episodio.

Estaría mintiendo si digo que todos los síntomas han desaparecido pero no, hay alguno, uno más que otro, que siempre están presentes en mi día a día.

Menos mal que ahora, soy capaz de poder detectar, si estoy teniendo un nuevo episodio o no, pero con este trastorno nunca se sabe.

El que padece este trastorno sabe de lo que hablo.

Si algo bueno tiene cumplir años es la experiencia y a mis 46 años, no me gustaría volver a pasar por lo mismo ya que años atrás no era así, dejaba de tomar la medicación y pasaba lo que pasaba.

He tenido episodios de una semana, incluso de meses.

En los primeros, nunca fui consciente de que tenía un problema. Lo qué me gustaría saber es ¿Quién es capaz de saberlo?.

Cuando te sientes libre, con una energía inagotable y desbordante, capaz de conseguir todo aquello que te propones.

Te surgen ideas grandiosas como si tuvieras poderes. Ves que todo es posible y nada puede detenerte.

No tienes la necesidad de dormir ni de comer. Todo te parece bien, estás eufórico.

Para que mentirnos; te sientes mejor que nunca.

Tus capacidades se ven aumentadas  y aquellas de las cuales piensas que careces te aparecen por arte de magia.

En mi caso sobre todo, era mi capacidad de seducción.

¿Tengo o no la razón?

Sin embargo…

No es oro todo lo que reluce.

He llegado a gastarme mi sueldo en un día, en una semana… todo dependía de lo que tuviera en mente.

Al principio no pasaba nada porque vivía con mis padres pero al independizarme es cuando empezaron los verdaderos problemas.

Lo que comenzó siendo una diversión, se acabó convirtiendo en una rutina.

Si te consumes todo lo que tienes en un día, los siguientes días, qué haces, pues pedirlo prestado

Las personas que te rodean dejan de confiar en ti.

Si toda tu energía la centras en conseguir tu objetivo, al final descuidas otras, imaginaros mi casa, mi habitación, mi cocina, incluso mi aspecto físico. Entre episodio y episodio, he podido pasar de engordar 30 kilos a adelgazar la mitad.

Imaginarme por un momento un día de fiesta,  si juntas los síntomas de un episodio de estás características con el consumo de alcohol y otras drogas, más dónde estés y con quién estés, las peleas pueden estar a la orden del día y eso también tiene sus consecuencias…

Mejor eso os lo cuento otro día.

Lo peor que llevo son los cambios y cuando los síntomas del episodio desaparecenes difícil pasar de creerte Dios a sentirte una mierda.


¿Qué es el Trastorno Bipolar?

Se caracteriza por episodios de depresión y manía, ocurriendo ambos estados de forma extrema.

Para su diagnóstico ( Trastorno Bipolar Tipo I o Trastorno Bipolar tipo I) requiere de la presencia de  un episodio/os maníaco/os o hipomaníaco/os en el momento actual o en el pasado.

Cada recaída o cada nueva aparición de un episodio, implica un progresivo agravamiento y empeoramiento de la persona puesto que supone un peor funcionamiento general y una mayor necesidad asistencial.

No hay diferencias de un estado depresivo de una persona con trastorno bipolar, ambos presentan el mismo patrón de síntomas y con las misma intensidad.

El riesgo de recaída aumenta con la edad.

El riesgo mayor, se produce poco después de salir de un episodio maníaco.

Puede darse en cualquier edad pero lo más frecuente es entre los 20 y 25 años.

Normalmente el episodio maníaco aparece de forma aguda, en cuestión de días o semanas.

La duración de los episodios es muy variables de días a meses.

Los pacientes con trastorno bipolar presentan altas tasas de comorbilidad con otros trastornos y abuso de sustancias, lo que complica su situación clínica y los resultados de recuperación.

  • Síntomas de la manía: expansión anímica y cognitiva.

En sus manifestaciones más leves (hipomanía) es en cierta medida lo contrario de la depresión.

  • Síntomas y signos más frecuentes en el Trastorno Bipolar:

1- Síntomas anímicos:

  • Los estados de felicidad y bienestar normales casi nunca están presentes en los episodios maníacos.
  • Predomina un estado anímico elevado, eufórico, irritable y expansivo.
  • Es uno de los pocos cuadros psicopatológicos egosintónicos (el paciente no sufre por los síntomas presentes).

2- Síntomas motivacionales y comportamentales:

  • Estado de energía aparentemente inagotable y desbordante, hablan sin parar (verborrea), sensación de que sus pensamientos se agolpan sin tiempo para expresarlos (fuga de ideas), actividad hipersexual, imprudencias temerosas (conductas de riesgo). Tiende a prestar poco atención a su aspecto físico (descuido y poco aseado).

3- Síntomas cognitivos:

  • Extraordinaria aceleración: habla rápida, entrecortada, salta de un tema a otro, le es difícil llamar la atención. A veces el habla puede llegar a ser incoherente.
  • La autoestima está tan hipertrofiada que pueden aparecer ideas delirantes o fantasías.

4- Síntomas físicos:

  • Hiperactivación general: insomnio, aumento del apetito, incremento del umbral de la fatiga física.

5- Síntomas interpersonales:

  • Problemas en las relaciones con amigos/as, familiares y  de pareja.

(Tomado de Belloch, A., B y Ramos, F.(1995). «Manual de psicopatología» Volumen II. Madrid: McGraw- Hill)

Trastorno Bipolar Tipo I

La persona ha tenido al menos un episodio maníaco.

  • Episodio Maniaco:

Período diferenciado durante el cual, el estado de ánimo es elevado, expansivo o irritable, se prudece aumento anormal y persistente de la actividad o la energía dirigida a un objetivo que dura como mínimo una semana y está presente la mayor parte del día.

 El razonamiento se deteriora.

Se formulan planes grandiosos.

Cuando la persona maníaca se enfrenta a la resistencia y objeciones de los demás, se vuelve irritable, hostil, paranoide, agresiva y, a veces, psicótica.

Posibles síntomas:

  • Autoestima exagerada o grandiosidad.
  • Disminución de la necesidad de dormir.
  • Más hablador de la habitual o verborreico.
  • Fuga de ideas o experiencias subjetivas de que el pensamiento está acelerado.
  • Distraibilidad ( la atención se desvía hacia estímulos externos banales o irrelevantes).
  • Aumento de la actividad intencionada o agitación psicomotora.
  • Implicación excesiva en actividades placenteras que tienen un alto potencial para producir consecuencias graves ( ej, enzarzarse en compras irrefrenables, indiscreciones sexuales o inversiones alocadas económicas alocadas).
  • Actividad hipersexual.
  • Los estados de bienestar o felicidad normales casi nunca están presentes en los episodios maníacos.
  • Los pacientes están irascibles, suspicaces, con cierta intromisión el as relaciones interpersonales.

La persona no sufre por los síntomas presentes.

La alteración es suficientemente grave como para provocar deterioro laboral, relacional o social o para necesitar hospitalización.

(Tomado de Belloch, A., B y Ramos, F.(1995). «Manual de psicopatología» Volumen II. Madrid: McGraw- Hill)

Trastorno Bipolar Tipo II

La persona tiene que haber tenido al menos un episodio hipomaníaco y al menos un episodio depresivo.

Nunca ha tenido un episodio maníaco.

  • Episodio Hipomaníaco:

Período diferenciado durante el que el estado de ánimo es persistente elevado, expansivo o irritable, aumento anormal y persistente de la actividad o la energía dirigida a un objetivo que dura como mínimo una semana y está presente la mayor parte del día.

El episodio está asociado a un cambio inequívoco de la actividad que no es característico del sujeto cuando está asintomático.

La alteración del estado de ánimo y el cambio en el funcionamiento son observables por los demás.

El episodio no es suficientemente grave como para provocar un deterioro laboral, social o relacional o para necesitar hospitalización.

Posibles síntomas (Similares al episodio maníaco):

  • Autoestima exagerada o grandiosidad.
  • Disminución de la necesidad de dormir
  • Más hablador de la habitual o verborreico.
  • Fuga de ideas o experiencias subjetivas de que el pensamiento está acelerado.
  • Distraibilidad ( la atención se desvía demasiado fácilmente hacia estímulos externos banales o irrelevantes)
  • Aumento de la actividad intencionada o agitación psicomotora.
  • Implicación excesiva en actividades placenteras que tienen un alto potencial para producir consecuencias graves ( ej, enzarzarse en compras irrefrenables, indiscreciones sexuales o inversiones alocadas económicas alocadas).

 

Episodio Depresivo: 

  • Disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o cada una de la actividades.
  • Pérdida de peso sin hacer régimen o aumento de peso.
  • Insomnio o hipersomnia casi cada día.
  • Agitación o enlentecimiento motor.
  • Fatiga o pérdida de energía.
  • Síntomas de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiada.
  • Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida.
  • Tristeza, sensación de vacío, reducción de emociones positivas.
  • Estado general de inhibición: apatía, indiferencia, anhedonía.
  • Estupor depresivo (mutismo y parálisis motora)
  • Deterioro de las relaciones interpersonales. Normalmente sufren rechazo de las personas que les rodean lo que les llevo a un mayor aislamiento.

(Tomado de Belloch, A., B y Ramos, F.(1995). «Manual de psicopatología» Volumen II. Madrid: McGraw- Hill)

BORJA CUELLAR

BORJA CUELLAR

Psicológo Sanitario

Desde que cursé el Máster Oficial de Psicología Clínica y de la Salud, he ido compaginando la intervención psicológica con el diseño y desarrollo de proyectos sociales. Mientras tanto he ido complementando mi formación con distintos cursos del Colegio Oficial de psicólogos y otras instituciones.

Decidí crear el «Blog Qué Piensa un Psicólogo » para ayudar, dar a conocer de una forma creativa y diferente los entresijos de la ciencia que estudia el comportamiento humano (psicología), y como medio de aprendizaje continuo personal y profesional.