Este artículo va dirigido a dos tipos de personas, a aquellas que están pasando por una situación similar por la que yo pasé o a aquellas que conocen a alguien que está pasando por una situación similar.

Lo primero que os puedo decir, como me dijo mi psicólogo la primera vez que le vi, y que por cierto, me tranquilizo por completo, fue lo siguiente:

  • Cualquier persona se puede ver expuesta, como te está sucediendo a ti, a sufrir un ataque de pánico.
  • Nadie se ha muerto, ni se puede morir de un ataque de pánico.
  • Los ataques de pánico como mucho pueden durar 10 minutos.
  • A pesar de la sintomatología que estás sintiendo, no te estás volviendo loca/o como me has comentado que lo has llegado a pensar varias veces.

Los síntomas que yo sentí, los cuales os tengo que decir, que no solo los sufrí una vez sino muchas veces y, además, cuanto más pasaba el tiempo más se fueron intensificando y apareciendo con mayor frecuencia.

Veía lucecitas, cuando estaba sola en casa las paredes se me echaban encima incluso llegué a escuchar voces como si estuvieran llamándome. Por la noche no quería quedarme dormida porque pensaba que me iba a morir y no me iba a despertar al día siguiente. Dejé de hacer todas las actividades que hacía por miedo a que me pudiera dar un ataque de pánico, no salía de casa, dejé de llamar a mis amigos/as, me faltaba el aire, sentía entumecimiento u hormigueo en la extremidades, dolores en el brazo izquierdo lo que me llevaba a pensar que me iba a dar una infarto, palpitaciones, una presión muy fuerte en el pecho, dolores estomacales, me faltaba el aíre, rápido necesitaba pedir ayuda cuando estaba sola…

Como podéis ver, un horror…

A esto, me gustaría añadir, ya que fue un factor determinante para que yo pudiera superar los ataques de pánico, es que mi pareja entendiese lo que me estaba pasando.

Porque claro, imaginaros, si ya de por sí, cuando estás pasando por una situación de estás características, por decirlo de alguna manera los nervios los tienes a flor de piel, si a esto le sumas que, la persona que tienes a tu lado, no te entiende y lo que hace te agobia aun más, todo lo hace más difícil.

Qué más os puedo contar…

Durante todo ese tiempo, no paraba de preguntarme una y otra vez dos cosas; una cómo era posible que me estuviera pasando esto a mí, y la otra cómo era posible que no parará de tener ataques de pánico.

Y ambas preguntas mi psicólogo me respondió lo siguiente:

A la primera (¿Por qué se tienen los ataques de pánico?), me explicó que en presencia de una situación que se percibe como peligrosa, ya sea real o imaginaria, automáticamente se activa el sistema de alarma, el cual provoca diversos cambios fisiológicos que preparan al organismo para afrontar dicha situación.

Sin embargo, en algunos casos tienen lugar lo que se conocen como falsas alarmas y esto sucede porque al estar nerviosa/o la persona o por cualquier otro motivo (causas de un ataque de pánico, como verás más adelante en mi caso) el organismo se activa generando cambios fisiológicos sin estar en una situación de peligro.

Por lo tanto, esto le lleva a la persona a percibir y a evaluar como peligrosos o catastrofistas dichos cambios fisiológicos (sensaciones corporales) lo que en un estado normal no sucedería, dando lugar a los ataques de pánico.

A la segunda, (¿Por qué se mantienen los ataques de pánico?), me explico que:

Los ataques de pánico por su naturaleza traumática y el gran malestar que generan, se mantienen porque la persona al sufrirlos aunque no quiera, desarrolla asociaciones de temor y miedo a los distintos síntomas físicos del ataque de pánico y esto a su vez, le llevará a estar más atenta/o a éstos.

Entonces, debido a la hipervigilancia, la persona mostrará un mayor grado de activación, lo que provocará que ante cualquier síntoma físico que detecte, lo valore como catastrofista (voy a perder el control, me voy a morir o asfixiar, etc), que a su vez, aumentará dicha sintomatología física y las evaluaciones catastrofistas.

Esto le llevará a la persona a emplear un mayor número de comportamientos evitativos o de escape y asociar este temor a una mayor sintomatología.

Producto de ello, el ciclo vicioso cada vez se hará más reducido, aumentando la probabilidad de que surjan con mayor frecuencia los ataques de pánico y limitando a la persona de forma significativa en cada una de sus áreas.

Espero haberme explicado bien, porque no es nada fácil, pero la verdad que el hecho de saber toda está información, a mi personalmente, me ayudó a comprender lo que me estaba sucediendo.

Lo único que me queda por contaros, son la causas que me llevaron a esto, lo voy a hacer por encima para no extenderme mucho, a pesar de que conocerlas son necesarias para poder superar los ataques de pánico.

De un día para otro, me quedé en paro, para mí esto supuso un gran impacto a nivel personal porque pasé de tener toda mi vida estructurada a no tener nada, y tener que volver a empezar.

Hace 3 años tuve un cáncer de mama (el cual superé sin ningún problema), pero durante las pruebas rutinarias que me realizan cada 6 meses, varias dieron positivo. Esto hizo que me volvieran a ingresar, si a esto le sumas que me había quedado en paro, el mundo se me vino encima. No entendía nada, me puse en lo peor, empecé a pesar que no iba a poder con esto una segunda vez, que me iba a morir, que iban a hacer mi hija e hijo sin mí… vamos que no se  lo recomiendo a nadie y claro, fue allí en la habitación del hospital dónde tuve mi primer ataque de pánico.

Estoy divorciada y aunque Juan me ayudó en lo que pudo, mi hija e hijo dependía de mí.

Como podéis ver, se me juntaros varias cosas y otras que no os puedo contar.



Aquí pongo punto y final a este Caso Clínico Nº 25: Ataques de Pánico.

Espero que te haya servido de ayuda.

Si me he dejado algo o tienes alguna duda… no dudes en escribirme.

Gracias por haber llegado hasta el final y te animo a seguir leyendo otros artículos relacionado con la práctica clínica del duelo patológico o si no otras secciones de este blog de psicología.

¡Nos vemos pronto!

BORJA CUELLAR

BORJA CUELLAR

Psicológo Sanitario

Desde que cursé el Máster Oficial de Psicología Clínica y de la Salud, he ido compaginando la intervención psicológica con el diseño y desarrollo de proyectos sociales. Mientras tanto he ido complementando mi formación con distintos cursos del Colegio Oficial de psicólogos y otras instituciones.

Decidí crear el «Blog Qué Piensa un Psicólogo » para ayudar, dar a conocer de una forma creativa y diferente los entresijos de la ciencia que estudia el comportamiento humano (psicología), y como medio de aprendizaje continuo personal y profesional.