Es posible pensar o comportarse de otra manera.

La responsabilidad, el miedo y la culpabilidad me han acompañado a lo largo de mi vida, sin poder evitarlo me han llevado y me llevan a realizar comportamientos que nunca hubiera imaginado.

Si me preguntaseis qué tres aspectos me definen como persona, respondería:

1- Siempre trato de tener el control para no ser vulnerable ante los demás.

2- Ser ordenado me ayuda a prevenir cualquier tipo de amenaza que pudiera estar fuera de mi control.

3- Soy perfeccionista. “Los errores por muy pequeños que sean, pueden traer consecuencias negativas, por lo tanto, hay que tratar de no cometerlos o corregirlos por lo que pudiera suceder”.

Sé que ciertos pensamientos que tengo son irracionales y excesivos, pero si no los controlo tengo miedo de poder llevarlos a cabo o que les pueda suceder algo a mi familia, por ello, siempre trato de hacer algo al respecto, para neutralizar o prevenir la amenaza y reducir el malestar y ansiedad que me generan, porque sino será culpa mía.

A lo largo de todos estos años reconozco que he tenido mejores y peores momentos, pero ha sido en estos últimos, cuando se ha convertido en una pesadilla, hasta el punto de afectar a mi vida familiar, académica y social.

Desde los 14 a los 18 años, cuando leía un libro y no entendía una palabra o frase, ya estuviera al final o al principio, tenía que volver a leer el capítulo entero.

Siempre que salía a jugar un partido de baloncesto o fútbol, tenía que tocar la red de la canasta o de la portería, 3 veces, por miedo a perder el partido.

En momentos de exámenes, siempre tenía que llevar 3 bolígrafos, por miedo a suspender el examen.

Por supuesto, tanto en mi habitación como en mi casa actual, siempre está y ha estado todo ordenada al milímetro, hasta el punto de que no puedo ir a la cama, si todo no está en el sitio adecuado y simétricamente colocado.

“En otro momento os contaré la lucha que tengo con mi armario”.

Con 17 años tuve una obsesión por mi orientación sexual, por lo que evitaba quedarme a solas con personas que eran diferentes a mi orientación sexual.

Cuando me saqué el carné, siempre que me dirigía a casa de mis padres, ya fuera el recorrido que hiciese, tenía la obsesión de que había atropellado a alguien, y la única manera de quitarme dicha obsesión era rehacer el camino o mirar el periódico del día siguiente para comprobar, si había alguna personas que había sido atropellada..

A los 22 años comencé a lavarme las manos tantas veces, hasta el punto de llegar a tenerlas ensangrentadas, por miedo de que a algún miembro de mi familia pudiera tener un accidente de tráfico.

A los 30 años me cuesta deshacerme de cualquier tipo de objeto, ropa, etc., por si pudiera necesitarlas en un futuro.

Varias de estas obsesiones y compulsiones aún siguen presentes y, aunque no quiera, otras aparecerán en el futuro.

Ser diferente, te hace ser igual al resto de personas.

SÍNTOMAS CARACTERÍSTICOS DEL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

  • Obsesiones.
  • Evitación y Supresión del pensamiento.
  • Compulsiones externas e internas.
  • Anticipación de consecuencias negativas.
  • Malestar y/o ansiedad si no se lleva a cabo la compulsión o ritual.
  • Responsabilidad Excesiva.
  • Perfeccionismo.
  • Creencias (reglas verbales) que sobreestiman la importancia del pensamiento y la responsabilidad.
  •  La intolerancia de la duda o incertidumbre.
  • Exageración de la importancia de controlar los pensamientos.
  • Dificultad para tomar decisiones.
  • Evitación de las situaciones que facilitan el surgimiento de diferentes obsesiones.
  • Estrategias de control.
  • Autoobservación para ver si se está teniendo, algún pensamiento obsesivo
  • Hipervigilancia.
  • Sesgos atencionales y de razonamiento.
  • Efecto paradójico: cuanto más se intenta no pensar en una obsesión, más aparece en nuestra cabeza.
  • Estados de ánimo negativos.
  • Etc.

MODELO CLÍNICO Nº1 DEL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

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MODELO CLÍNICO Nº2 DEL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

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MODELO CLÍNICO OBSESIVO COMPULSIVO

¿QUÉ ES UNA OBSESIÓN?

Son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes experimentados, al menos en un primer momento, como inapropiados y aversivos y que generan ansiedad o malestar.

Suelen estar relacionadas con la anticipación de consecuencias negativas.

Hay que tener en cuenta que las obsesiones no son preocupaciones excesivas o intensas relacionadas con problemas de la vida real. 

Tipos (Lee y Kwon (2003; citado en Bados)

 1. Obsesiones autógenas:

Es difícil encontrar los estímulos desencadenantes.

Suelen estar relacionadas con contenidos que la persona considera inmorales.

La persona suele emplear compulsiones encubiertos (internos).

Son experimentadas con gran malestar.

   2. Obsesiones reactivas:

Se activan ante situaciones y estímulos específicos.

La persona suele utilizar compulsiones observables (conductas manifiestas).

La persona que experimenta este tipo de obsesiones puede tender a sobreestimar su grado de responsabilidad y/o control sobre la ocurrencia y/o prevención de los eventos aversivos.

No son experimentadas con gran malestar.

Ejemplos:

  • Contaminación.
  • Impulsos agresivo.
  • Dudas repetidas.
  • Seguridad.
  • Orden – simetría – Perfección.
  • Imágenes sexuales.
  • Acumulación.
  • Rumiaciones obsesivas.
  • Corporales o somáticos.
  • Conductas socialemente inaceptables.
  • Muerte.
  • Sin sentido (frases, imágenes, melodías, palabras, series de números carentes de senti- do).
  • Etc.

¿QUÉ ES UNA COMPULSIÓN?

Son conductas motoras o cognitivas dirigidas a reducir o prevenir el malestar generado por las obsesiones y a neutralizar o prevenir las consecuencias negativas anticipadas por éstas.

Pueden ser comportamientos observables o respuestas encubiertas.

Pueden existir compulsiones sin obsesiones o malestar (ansiedad).

No suelen tener una relación realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir.

Ejemplos:

  • Lavado, limpieza y desinfección.
  • Comprobación.
  • Restablecer el orden y simetría.
  • Rituales mentales de purificación.
  • Comprobación compulsiva de si hay o no excitación sexual.
  • Acumulación.
  • Pensar en actos, acciones o imágenes contrarias a la obsesión.
  • Etc.
BORJA CUELLAR

BORJA CUELLAR

Psicológo Sanitario

Desde que cursé el Máster Oficial de Psicología Clínica y de la Salud, he ido compaginando la intervención psicológica con el diseño y desarrollo de proyectos sociales. Mientras tanto he ido complementando mi formación con distintos cursos del Colegio Oficial de psicólogos y otras instituciones.

Decidí crear el «Blog Qué Piensa un Psicólogo » para ayudar, dar a conocer de una forma creativa y diferente los entresijos de la ciencia que estudia el comportamiento humano (psicología), y como medio de aprendizaje continuo personal y profesional.