¿Tiene o no, qué tener en cuenta la opinión de los demás?

No hay día que cuando pasa por delante de un espejo, se pare y se quede mirando fijamente, planteándose las siguientes preguntas ¿Realmente soy la persona que quiero ser? ¿Lo estaré haciendo bien? ¿Cuántas de mis decisiones las tomo yo o están condicionadas por los demás? ¿Me comporto como yo quiero o espero ser aceptada?

Sin darse cuenta le surgen dichas preguntas , como si se hubieran convertido en una rutina diaria, hasta llegar siempre a la misma conclusión.

Soy yo la que controla mi propia vida y la única opinión válida es la mía. ¿Qué me sucede? Así no puedo seguir. Si sé cómo me tengo que comportar, por qué no lo llevo a cabo, estoy tonta o qué.

Cómo no voy a tener en cuenta sus opiniones, si me lo dicen será por algo.

Al final la que sufre soy yo. A ellos/as les da igual, pero si están a mi lado es por qué me quieren y me aprecian, o solo están por interés.

Me visto, peino y comporto esperando la mejor de las respuestas pero no hay día que cometa un error. Será verdad o me estoy volviendo loca.

Basta ya de lamentaciones, siempre con excusas, olvídate de las personas que te rodean e intenta sacar la mejor versión de ti misma.

A partir de ahora ya sabes lo que tienes que hacer, da igual si estás en el trabajo o con los amigo/as. No es están difícil.

Se lamenta porque sabe que no será la última vez , da igual donde esté, siempre aparecerá un espejo, para decirle; es ella o son lo demás.

Tras llegar a casa, se mete en el baño, se mira al espejo y se dice a si misma, sigues siendo la misma.