¿Te gustaría conocer las principales disfunciones sexuales femeninas? ¿No puedes disfrutar del sexo? Pues aquí te cuento todo lo que tienes que saber sobre sus síntomas y posibles causas con ejemplos.

Cuesta creer que a día de hoy, todavía se hable más de la disfunciones sexuales masculinas como la conocida eyaculación precoz o la disfunción eréctil, y no de las disfunciones sexuales femeninas,  que en muchos casos su prevalencia supera con creces a las disfunciones sexuales de los hombres.

¿Qué son las disfunciones sexuales femeninas?

Las disfunciones sexuales femeninas se caracterizan por una alteración en el desempeño o funcionamiento normal de la respuesta sexual, la cual genera un malestar y fracaso en las mujeres que las sufren. Dicha alteración, se puede encontrar en una, varias o en todas las fases de la actividad o respuesta sexual de la mujer.

Es decir, cuando se habla o se hace referencia a una disfunción sexual, se está asumiendo que dicha mujer no está experimentando los cambios psicofisiológicos y el disfrute que previsiblemente debería experimentar en cada uno de sus encuentros sexuales o fases de la respuesta sexual ya sea de forma individual o en pareja.

Por lo tanto, para saber si una mujer padece una disfunción sexual, tendrás que comparar las quejas y anomalías que presenta respecto a una actividad sexual normal.

En este artículo, para hacer referencia a la fase que se encuentra afectada producto de la disfunción sexual, me basaré en el modelo de la respuesta sexual humana de Carrobles y Sanz (1992) que consta de las siguientes fases: Deseo, Excitación, Orgasmo, Resolución y Satisfacción.

En resumen, una mujer para alcanzar el placer deseado en cualquiera de sus actividades sexuales, tendrá que seguir dicha secuencia y, sino es así, probablemente estará padeciendo una de las disfunciones sexuales femeninas que podrás conocer a continuación. artículo escrito por quepiensaunpsicologo.com

¡Sigamos!

Principales Causas de las Disfunciones sexuales femeninas

La actividad sexual de una mujer es altamente sensible y puede verse afectada por múltiples causas, las cuales pueden ir desde problemas orgánicos-médicos a problemas psicosociales.

Posibles causas:

  • Educación familiar con valoraciones negativas sobre la sexualidad.
  • Estrés o ansiedad asociada a las relaciones sexuales.
  • Fatiga o cansancio.
  • Temor a perder el control.
  • Problemas de pareja.
  • Falta de habilidades y conocimientos sobre el desarrollo sexual propio o de la pareja.
  • Escaso tiempo dedicado a las caricias antes de iniciar el coito.
  • Miedo a la intimidad.
  • Prejuicios hacia ciertas actividades sexuales.
  • Disfunciones sexuales de la pareja con la que se mantiene relaciones sexuales.
  • Baja autoestima.
  • Miedo a la intimidad.
  • Circunstancias inadecuadas a la hora de llevar a cabo una relación sexual.
  • Anticipación de fallo o fracaso.
  • Falta de información o mito sobre la sexualidad.
  • Comunicación pobre con la pareja.
  • Efecto de medicamentos (anticonceptivos, antidepresivos).
  • Experiencias sexuales traumáticas en la infancia, adolescencia, edad adulta.
  • Agresiones y abusos sexuales.
  • Trastornos psicológicos.
  • Enfermedades físicas.
  • Trastornos hormonales.

Antes de determinar o dictaminar, cuáles son las causas, tienes que conocer el caso en particular, ya que cada caso es único.

¿Cuáles son las disfunciones sexuales femeninas?

Deseo sexual Hipoactivo de la mujer. ¿Ha disminuido tu interés por el sexo?

Se caracteriza por la falta de interés por el sexo, ausencia de fantasías sexuales o pensamientos eróticos, y baja frecuencia de la actividad sexual tanto a nivel individual (masturbación) como en relaciones sexuales con la pareja.

Las mujeres que padecen esta disfunción sexual no suelen tomar la iniciativa en sus relaciones sexuales, no buscan una estimulación de contenido sexual, y no tienen la necesidad de tener algún tipo de placer sexual. Si llevan a cabo las relaciones sexuales, suelen ser por obligación, a desgana o para evitar cualquier tipo de conflicto con la pareja.

Por ello, las suelen distanciar lo máximo posible. En ocasiones, esta disfunción sexual se presenta enmascarada tras un problema de ausencia de excitación o de anorgasmia.

El deseo sexual hipoactivo de la mujer se puede presentar de varias formas:

  • Deseo sexual hipoactivo de toda la vida: nunca ha habido motivación suficiente para iniciar las relaciones sexuales y le ha sucedido con todas las parejas.
  • Deseo sexual hipoactivo adquirido: el deseo sexual era normal pero desde un tiempo atrás se ha visto disminuido.
  • Deseo sexual hipoactivo situacional: existe en unas situaciones o momentos determinados pero no en otros.
  • Deseo sexual hipoactivo general: tiene lugar en todas las situaciones.

Aversión al sexo de la mujer ¿te da asco o evitas tener relaciones sexuales?

Se caracteriza por experimentar sentimientos intensos de desagrado, repulsión, rechazo, asco, miedo o temor ante cualquier tipo de situación o actividad sexual ya sea de forma individual o en pareja.

La mujer que padece esta disfunción sexual puede surgir ante estímulos internos o externo como por ejemplo el semen, sexo oral, anal y vaginal, besos, caricias, masturbación, porno, espectáculos eróticos, libros eróticos, fantasías sexuales, etc.

Normalmente estas mujeres evitan por todos los medios cualquier relación íntima que consideren que a posteriori consideren que va a ver una proximidad física o contacto sexual.

La aversión al sexo de la mujer se puede presentar de varias formas:

  • Aversión al sexo generalizada: se debe a cuestiones educativas o situaciones traumáticas en cuanto al sexo.
  • Aversión al sexo secundario: se debe traumas sexuales como por ejemplo una violación.
  • Aversión al sexo parcial: se establece como una fobia específica dentro de los trastornos de ansiedad, referida esta ansiedad a determinados estímulos o experiencias sexuales específicas como por ejemplo olor genital, complejos físicos, etc.

Trastorno de Excitación de la mujer ¿No te excitas con la estimulación sexual?

Se caracteriza por la incapacidad para obtener o mantener la respuesta de lubricación propia de la fase de excitación, al inicio o hasta el final de la actividad sexual.

La mujer que padece esta disfunción sexual se queja de perder sus niveles normales de excitación (signos fisiológicos) al iniciar o mantener la relación sexual, incapacidad de no sentirse excitadas ante los preliminares sexuales (caricias, besos, olores, fantasías sexuales, etc), y dolores vaginales.

Todo ello, le lleva a mostrar una actitud negativa hacia el sexo, a evitar cualquier contacto sexual con su pareja y a inhibir cualquier deseo sexual que promueva una actividad sexual.

El trastorno de excitación de la mujer se puede presentar de varias formas:

  • Trastorno subjetivo de la excitación: ausencia o disminución de la excitación sexual y del placer con cualquier tipo de estimulación sexual a pesar de existir lubricación genital y otros signos fisiológicos propios de una actividad sexual.
  • Trastorno de la excitación sexual genital: ausencia o deterioro de la excitabilidad genital que se manifiesta por una mínima lubricación.
  • Trastorno combinado de la excitación subjetiva y genital: ausencia o disminución de la excitación sexual y el placer con ausencia de lubricación con cualquier estimulación sexual.
  • Trastorno de excitación de la mujer generalizado (le ha sucedido desde siempre).
  • Trastorno de excitación de la mujer adquirido (ha sido a raíz de un suceso o situación concreta).
  • Trastorno de excitación de la mujer parcial (le sucede en unas actividades sexuales y en otras no).
  • trastorno de excitación de la mujer situacional (le sucede en toda las situaciones sexuales a nivel individual o en pareja).

Vaginismo y  Dispareunia ¿Experimentas algún dolor durante Coito?

Vaginismo

Se caracteriza por un espasmo involuntario de la musculatura del tercio exterior de la vagina, que se produce ante cualquier intento de penetración ya sea con el  pene, un dedo o un objeto (dildo, tampón, etc)  a pesar del deseo de la mujer de hacerlo y habiéndose descartado cualquier enfermedad física.

La mujer percibe la imposibilidad o dificultad para introducir algo en su vagina. Muchas mujeres con esta disfunción sexual, son capaces de excitarse y alcanzar el orgasmo a  través de cualquier actividad sexual, siempre y cuando no haya penetración.

El vaginismo se puede clasificar según su intensidad (Cabello, 2010):

  • Leve: puede mantener relaciones sexuales satisfactorias siempre y cuando no haya penetración, aunque existe la posibilidad de introducir un dedo o dildo.
  • Moderado: siente placer durante los preliminares sexuales (juegos eróticos) pero queda excluida cualquier tipo de penetración.
  • Grave: la incapacidad de mantener cualquier relación coital, va unida a una situación de rechazo y evitación a todo lo relacionado con el sexo.
  • Muy grave: intensa sensación de miedo cuando se ve una posible relación sexual.

Dispareunia

Se caracteriza normalmente por un problema médico. No se debe a un problema de lubricación.

La mujer que padece esta disfunción sexual femenina presenta algún tipo de dolor durante la masturbación o el coito.

La sensación de dolor dependerá de la mujer, pero podrán ser quemazón, irritación, punzadas o escozor intenso. Dichas molestias puede mantenerse varias horas después de la actividad sexual.

Artículo: Dolor coital: Dispareunia y Vaginismo

Anorgasmia Femenina ¿Tardas o no tienes orgasmos?

Se caracteriza por la incapacidad o dificultad para llegar al orgasmo.

Cuando se haga referencia a esta disfunción sexual, es importante marcar una línea base personalizada de cada mujer ya que existen distintas formas de llegar al orgasmo, no siempre es a través del coito.

La mujer que no alcanza el orgasmo normalmente acaba fingiendo, vive cualquier relación sexual con presión, frustración,  provocando en determinadas situaciones que se mantenga la excitación o incluso dolores vaginales.

La sensación de malestar continuado genera sentimientos de tristeza, ansiedad y desesperación.

La anorgasmia Femenina se diferencia en:

  • Anorgasmia primaria: nunca ha habido un orgasmo ni en pareja, ni por masturbación que es la modalidad más frecuente.
  • Anorgasmia adquirida: durante un tiempo determinado se ha dejado de experimentar orgasmos por una o varias causas.
  • Anorgasmia generalizada: cuando la mujer no puede tener orgasmo ante cualquier estimulación sexual.
  • Anorgasmia situacional: cuando la mujer alcanza el orgasmo en determinadas situaciones específica.

Disfunciones sexuales debidas a enfermedades médicas

Son numerosas las enfermedades que pueden producir una disfunción sexual femenina, entre ellas se pueden encontrar el cáncer, la esclerosis múltiple, demencias, problemas cardiovasculares, párkinson, etc.

Un factor que debes de tener en cuenta y nunca olvidar, es saber qué tipo de fármacos o medicamentos está tomando la mujer para su enfermedad, ya que su consumo puede estar provocando las alteraciones psicológicas o fisiológicas. artículo escrito por quepiensaunpsicologo.com

Disfunciones sexuales inducidas por sustancias

El consumo de determinados fármacos o drogas puede inhibir el deseo, dificultar niveles normales de la excitación o imposibilitar alcanzar el orgasmo y, por consiguiente, una mala satisfacción sexual.

Cualquier droga o medicamento que influya en los sistemas implicados en la respuesta sexual femenina (neurológico, vascular o endocrino) puede interferir en el funcionamiento de cualquier actividad sexual.

Tipos de disfunciones sexuales femeninas según el DSM-5 y CIE-10

Las disfunciones sexuales femeninas según el DSM- 5:

  • Trastornos del interés/excitación sexual en la mujer.
  • Trastorno orgásmico femenino.
  • Trastorno por dolor génito-pélvio en la penetración.

Las disfunciones sexuales Femeninas según el CIE-10: Disfunciones sexuales no orgánica:

  • Ausencia o pérdida de deseo sexual.
  • Rechazo o ausencia de placer sexual.
  • Fracaso en la respuesta genital.
  • Disfunción orgásmica.
  • Vaginismo no orgásmico.
  • Dispareunia no orgánica.
  • Impulso sexual excesivo.
Aquí pongo punto y final a esta guía clínica sobre las disfunciones sexuales femeninas.

Espero que te haya servido de ayuda.

Si me he dejado algo o tienes alguna duda… no dudes en escribirme.

Gracias por haber llegado hasta el final y te animo a seguir leyendo otros artículos relacionado con la sexología o si no, otras secciones de este blog de psicología.

¡Nos vemos pronto!

B.C.R

Psicológo Sanitario

Desde que cursé el Máster Oficial de Psicología Clínica y de la Salud, he ido compaginando la intervención psicológica con el diseño y desarrollo de proyectos sociales. Mientras tanto he ido complementando mi formación con distintos cursos del Colegio Oficial de psicólogos y otras instituciones.

Decidí crear el «Blog Qué Piensa un Psicólogo » para ayudar, dar a conocer de una forma creativa y diferente los entresijos de la ciencia que estudia el comportamiento humano (psicología), y como medio de aprendizaje continuo personal y profesional.