¿Te gustaría conocer los síntomas de la depresión mayor?. En esta guía clínica te explico paso a paso distintos aspectos sobre el trastorno depresivo mayor para que puedas detectarlo sin complicaciones tanto en la infancia y la adolescencia como en la edad adulta.
¡Empezamos!
¿Qué es el trastorno depresivo mayor?
La depresión mayor es un trastorno del estado de ánimo, que afecta a nivel relacional, individual, familiar, social, laboral, haciendo énfasis en la esfera afectiva. No suele presentarse de forma aislada (cuadro clínico único) sino conjuntamente con otros problemas psicológicos como por ejemplo la ansiedad.
¿Cuándo tiene lugar la depresión mayor? Causas y factores de Riesgo.
La depresión mayor es una entidad psicopatológica multifactorial, es decir, distintos factores o variables pueden causar este trastorno.
Un factor de riesgo es toda circunstancia o situación (evento vital para la persona) que aumenta las probabilidades de desarrollar un trastorno mental.
Dicho esto ¿Qué factores de riesgo se pueden asociar con el desarrollo de una depresión mayor?
- Factores genéticos.
- Adicciones (alcoholismo).
- Enfermedades físicas graves (cáncer). Escrito por quepiensaunpsicólogo.com
- Trastornos mentales graves (esquizofrenia).
- Trastornos de ansiedad.
- Trastornos de personalidad.
- Antecedentes familiares de depresión grave.
- Vivencias traumáticas en la infancia.
- Eventos adversos, y situaciones vitales estresantes.
- Otros.
Actualmente, a partir de varias investigaciones se ha vinculado a la depresión mayor con alteraciones de los sistemas serotoninérgico (serotonina) y corticosuprarrenal.
En resumen, la interacción de factores biológicos, psicológicos, relacionales y culturales favorece la aparición del trastorno depresivo mayor. Escrito por quepiensaunpsicologo.com
¿Cuáles son los síntomas de la depresión mayor?
Caso Clínico
María 32 años. Casada y con un hijo. Es ingresada en el área de psiquiatría tras un intento de suicidio. Según el marido de María siempre ha sido una persona abierta, extrovertida, trabajadora, y con mucha energía.
Tras la primera entrevista con el marido, nos informa que desde el fallecimiento de su hijo en un accidente de tráfico (hace año y medio), María perdió el interés por todo aquello que le rodeaba, inclusive su otro hijo.
La mayor parte del tiempo no habla con nadie, está encerrada en sí misma y si dice algo, es para decir que no vale para nada, que la vida no tiene ningún sentido para ella. Está obsesionada con la muerte. Apenas sale de casa porque tiene miedo de que algo terrible puede ocurrir.
Si la preguntas o intentas mantener una conversación con ella se enfada. No come, no duerme…
Durante todo este tiempo se ha sentido culpable por la muerte de su hijo, cuando no se ha podido hacer nada. Además, nos comenta que días antes del intento de suicido, en varias ocasiones les dijo que tenía miedo de perder el control.
El marido nos dice, reiteradamente, que está preocupado por su otro hijo porque no sabe cómo le puede afectar esta situación.
¿Cómo puedo saber si tengo algunos de los síntomas de la depresión mayor?
Tienes que tener en cuenta que los síntomas deben de representar un cambio respecto al estado normal y actividad previa de la persona (depresión mayor síntomas).
– Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día (tristeza, apatía, indiferencia, irritabilidad, sensación de vacío, anhedonia, etc).
– Pérdida de interés o capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades que antes eran gratificantes.
– Pérdida o aumento importante del peso en menos de un mes.
– Pérdida o aumento del apetito.
– Insomnio o hipersomnia casi cada día.
– Agitación o enlentecimiento psicomotor.
– Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.
– Sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiada (pueden llegar a ser delirantes).
– Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse o indecisión casi cada día ya sea una atribución subjetiva o una observación ajena.
– Sentimientos de culpabilidad.
– Pensamientos recurrentes de muerte.
– Ideación suicida sin un plan específico.
– Tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse.
– Aislamiento social.
– Astenia (sensación generalizada de debilidad física y psíquica).
– Deterioro social, relacional, familiar, laboral o otras áreas significativas.
– Disminución de hábitos saludables: dieta, ejercicio físico.
– Delirios o alucinaciones.
– Otros.
¿Existen varios tipos de depresión Mayor?
Todo dependerá del modelo clínico que partas, ya que cada persona padecerá una sintomatología diferente cuyas causas también serán distintas, por lo tanto, a grandes rasgos, se podría concluir que existente tantos tipos de depresión como personas depresivas.
Sin embargo tanto el manual de DSM y CIE clasifican o distinguen distintos tipos de depresión con ciertas características:
Según el DSM-5 Especificar si
– Trastorno depresivo mayor con ansiedad.
– Trastorno depresivo mayor con características mixtas.
– Trastorno depresivo mayor con características meláncolicas.
– Trastorno depresivo mayor con características atípicas.
– Trastorno depresivo mayor con características psicóticas.
– Trastorno depresivo mayor con catatonía.
– Trastorno depresivo mayor durante el embarazo o en el postparto.
– Trastorno depresivo mayor con patrón estacional.
Específica la gravedad leve, moderada y grave.
Según el CIE 10:
– Episodios depresivos:
Episodio depresivo leve, moderado, grave sin síntomas psicóticos, con síntomas psicóticos.
– Trastorno depresivo recurrente (Distímia):
Trastorno depresivo recurrente, episodio actual leve, moderado o grave sin síntomas psicóticos. Trastorno depresivo recurrente, episodio actual grave con síntomas psicóticos, actualmente en remisión.
A su vez, el trastorno depresivo mayor puede presentar comorbilidad con el trastorno obsesivo compulsivo, fibromialgia, ansiedad generalizada, deterioro cognitivo, trastornos de personalidad, agorafobia, otros.
Artículo: Síntomas de la Distimia. Guía Clínica
¿Cuáles son los factores que incrementan la probabilidad de recurrencia y/o recaídas en la depresión?
– Historia de espisodios maníacos o hipomaníacos.
– Antecedentes de cronicidad (síntomas mantenidos durante más de dos años seguidos).
– Mayor número de episodios previos.
– Mala respuesta al tratamiento.
– Comienzo tardío del primer episodio depresivo.
– Mayor edad adulta.
– Pocas semanas o meses transcurridos desde el último episodio.
– Presencia de estresores psicosociales crónicos.
– Presencia de distorsiones cognitivas no tratadas.
Depresión endógena o reactiva o ninguna de las dos
De forma tradicional, se ha hablado que la depresión endógena está caracterizada por tristeza, melancolía y apatía sin explicaciones aparentes, es decir no responde a acontecimientos vitales, ni condiciones orgánicas que las justifique.
Por otro lado, se habla de depresión reactiva cuando la causa directa es una situación determinada.
A día de hoy, se podría decir que no es ninguna de las dos, ya que la depresión no es algo que está dentro de una persona (depresión endógena), sino que uno/a está dentro de una situación en este caso depresiva. Tampoco la depresión responde a una serie circunstancias que proporcionan determinadas reacciones (depresión reactiva), las cuales pueden ser depresivas o no.
En resumen, la situación depresiva se constituye por la configuración de circunstancias dadas y modos de responder a ellas.
La depresión Mayor en la infancia
¿Cómo se puede saber si un niño/a tiene depresión?
Siempre han existido distintos mitos en cuanto a la depresión infantil, y la verdad que cuesta pensar que un niña/o pueda llegar a padecer una depresión como tal, pero sí distintos síntomas de la depresión mayor que caracterizan ha dicho trastorno.
Eso sí, antes de decidirse por un diagnóstico u otro, hay que estar muy seguro de ello por las consecuencias que esto conlleva.
Por ello, es mejor atender a los signos y síntomas de la depresión mayor ya que cada niño/a variará en función de la personalidad y la etapa de desarrollo vital en la cual se encuentra.
Muchos de los síntomas que se emplean para hacer referencia a la depresión infantil muestran comorbilidad con otros problemas psicológicos.
La depresión en la infancia de igual forma que en los adultos, puede llevar a intentos de suicidio, pero es algo muy raro y poco común, eso no quiere decir que se deba observar, evaluar y hacer un seguimiento.
Síntomas de la depresión mayor en la infancia
– Estado de ánimo depresivo o irritable (factor clave).
– Falta de interés o placer en casi todas las actividades.
– Problemas de conducta/disciplina.
– Autoestima baja.
– Cambio en apetito.
– Llanto frecuente.
– Trastornos en el sueño.
– Cansancio.
– Conducta dirigida a lastimarse a sí mismo.
– Ansiedad.
– Agitación.
– Problemas de aprendizaje.
– Miedos.
– Fobia.
– Otros.
En cuanto a las causas, los psicólogos/as han vinculado la depresión en la infancia a la pérdida de seres queridos, perturbaciones en las relaciones entre padres e hijos y experiencias vitales o traumáticas.
A su vez, las explicaciones biológicas incluyen factores hereditarios, bioquímicos, hormonales y neurológicos. Te animo a leer estos dos artículos que profundizan sobre este tema.
Artículos:
Guía de Práctica Clínica sobre la Depresión Mayor en la Infancia y Adolescencia. Actualización
La depresión mayor en la adolescencia
La adolescencia es el período comprendido entre los 12 y los 18 años.
Dado que el DSM 5 y el CIE 10 no consideran la depresión mayor como una categoría diagnóstica susceptible de ser incluida en los trastornos infantiles y/o de la adolescencia, el diagnóstico se realiza en base a los mismos criterios que los adultos pero con ciertas matizaciones.
¿En qué se diferencia la depresión en la adolescencia de la edad adulta?
Igual que en el apartado anterior, los signos y síntomas de la depresión varían en función de la personalidad del adolescente, la etapa del desarrollo y de las situaciones o circunstancias a las cuales se esté enfrentando.
Síntomas de la depresión mayor en la adolescencias
– Es más frecuente encontrar al adolescente irritable que triste o sin energía.
– Presencian molestias físicas (somatización/alteración del apetito).
– Disminución del rendimiento escolar.
– Pérdida de interés en sus juegos, actividades deportivas y amigos/as.
– Expresión facial con mala cara, ojos tristes, etc.
– Cambios de carácter, mayor rebeldía, desobediencia, inicio de consumo de drogas (Alcohol).
– Conductas de riesgo.
– Excesivas críticas hacia uno mismo.
– Ideas suicidas: querer morirse o irse para siempre.
¿Cuáles son los factores de riesgo que pueden acentuar la gravedad de los síntomas de la depresión mayor en la adolescencia?
Cualquier trastorno depresivo, puede evolucionar hacia un cuadro de mayor entidad o bien agudizarse o cronificarse, en función de una serie de factores:
– Muerte de un familiar próximo.
– Muerte de un amigo/a.
– Maltrato físico y/o psicológico.
– Maltrato a uno de los progenitores.
– Abusos sexuales.
– Intento o tentativa de suicidio.
– Consumo excesivo de drogas, alcohol, marihuana o cocaína.
– Ruptura de pareja.
– Divorcio de los progenitores.
– Cambio de residencia.
– Acoso escolar.
– Dificultad para la integración social.
– Fracaso escolar.
– Depresión recurrente en los padres.
– Soledad.
– Enfermedad física grave o problemas crónicos de salud.
Artículo: La depresión en adolescentes
Gracias por haber llegado hasta el final de esta guía clínica sobre los síntomas de la depresión mayor, sus causa, factores de riesgo, etc
Espero que te haya servido de ayuda.
Si me he dejado algo o tienes alguna duda… no dudes en escribirme.
Te animo a seguir leyendo otros artículos relacionados con la psicología clínica o otras secciones de este blog de psicología.
¡Nos vemos pronto!
B.C.R
Psicológo Sanitario
Desde que cursé el Máster Oficial de Psicología Clínica y de la Salud, he ido compaginando la intervención psicológica con el diseño y desarrollo de proyectos sociales. Mientras tanto he ido complementando mi formación con distintos cursos del Colegio Oficial de psicólogos y otras instituciones.
Decidí crear el «Blog Qué Piensa un Psicólogo » para ayudar, dar a conocer de una forma creativa y diferente los entresijos de la ciencia que estudia el comportamiento humano (psicología), y como medio de aprendizaje continuo personal y profesional.