¿Te gustaría aprender cómo dar malas noticias?  ¿Cuáles son los pasos fundamentales para dar malas noticias? ¿Cuáles son las posibles reacciones tras dar una mala noticia? ¿Cómo se comunica una mala noticia a una niña o un niño?. Te lo cuento ahora paso a paso .

Dar malas noticias no es fácil y si nunca te han preparado para ello aún más.

Es una situación de incertidumbre que vivirás con angustia, y que probablemente quién recibe la noticia, ya sea un menor o un adulto, difícilmente se le olvide el cuándo, cómo y dónde le fue comunicada.

Dada la relevancia que tiene este acto,  ya que podemos facilitar u obstaculizar que la persona se adapte a la nueva situación y que, en cualquier momento, te puede tocar dar una mala, es importante que conozcas en profundidad como llevarlo a cabo.

¿Por qué es bueno saber dar una mala noticia?

Es curioso pensar, que este proceso pueda tener connotaciones positivas, cuando aquello que vas hacer y decir por el motivo que sea, tiene en muchos casos, aspectos tan negativos que probablemente la vida de la persona cambie justo en ese momento.

Si procedes de la forma correcta podrás:

  • Evitar que la persona se quede en un estado de confusión e incomprensión.
  • Informar de los pasos que tendrá que emprender desde ese mismo momento.
  • Disminuir la ansiedad o cualquier comportamiento disfuncional.
  • Ayudar a que la persona tome conciencia de su nueva realidad.
  • Minimizar el impacto psicológico.
  • Disminuir los elementos estresantes a una situación que ya de por sí es impactante y estresante.
  • Evitar errores, como por ejemplo: dar falsas esperanzas, usar palabras y frases sin sentido o técnico, entretenerte en preámbulos sin ir al grano, opinar, juzgar, quitarle importancia a lo sucedido, ser brusca/a o directa/o…
  • Explicar qué reacciones son normales y cuáles no.
  • Individualizar dicho proceso a la persona.
  • Mantener un contacto visual, directo adaptado a la situación.
  • Reducir tu propia ansiedad o nerviosismo.
  • Generar un espacio de intimidad y seguridad.
  • Conocer y cubrir sus necesidades.
  • Adaptar la información a las características de la persona.




¿Por qué nos da miedo dar malas noticias?

Cuando te toque dar una mala noticia, posiblemente te verás inmersa/so en un conjunto de reacciones, que por un lado pueden ser positivas y te ayuden a lograr tus objetivos pero, por otro lado, sean negativas y te impidan actuar en ese mismo momento.

Entre estas reacciones podrán estar, la huida o evitación, la inseguridad, los bloqueos, la angustia, el distanciamiento, la necesidad de acabar cuanto antes…

Sin embargo, hay una que aún no he nombrado y siempre está presente, y posiblemente condicione al resto de reacciones e incluso tu toma de decisiones, el miedo.

¿A que puede tener miedo una persona que comunica malas noticias?

Adaptado de Mª del Mar Gómez Gutiérrez, (2009)

  • A generar malestar o dolor.

Es inevitable en cierta medida evitar que una persona sufra o sienta dolor tras una mala noticia.

  • A ser culpada o responsabilizada/o por los hechos ocurridos.

Son muchas las reacciones que pueden generar dar una mala noticia y en muchos casos, recaen en la persona encargada de formularla.

  • A lo desconocido.

El hecho de desconocer a que se puede enfrentar una persona genera malestar e incertidumbre.

  • A conectar con la persona.

Por no adaptar la mala noticia al estado emocional de la persona.

  • A no saber qué hacer o reaccionar de la forma correcta.

Anticiparse a los hechos puede llevar a bloqueos o incluso evitar la situación.

  • A decir no lo sé.

Si no sabes algo parece que una persona no está preparada para dar la mala noticia y quita credibilidad a aquello que se esté contando.

  • A no poder ayudar a la persona.

Muchas veces solo se puede dar la mala noticia y son otras las personas que tienen que ayudarla.

  • A la reacción de la persona.

Dependiendo como se encuentre la persona y la información que le tenga que transmitir, su reacción puede ser muy variada.

  • A no estar preparada/o.

Hay que ser consciente como uno se encuentra  para saber si está preparada/o para comunicar la mala noticia.



Posibles reacciones de las personas tras recibir una mala noticia

Conocer cómo puede reaccionar una persona tras una mala noticia, te puede ayudar a adaptar tu intervención.

La reacciones que te puedes encontrar son muy variadas y dependerán de lo imprevisible o inesperado del suceso, la personalidad o características de la persona, sus experiencias previas, estado previo de la persona, si está solo/a o acompañado, donde os encontréis…

¡Recuerda! Cada situación y persona es diferente por lo tanto las reacciones que puedan tener son muy distintas y hay que estar preparada/o ante ellas.

¿Cuáles son estas reacciones?

  • Negación.
  • Sorpresa.
  • Confusión.
  • Incertidumbre.
  • Shock emocional.
  • Ataques de pánico.
  • Paralización.
  • Impotencia.
  • Culpabilidad.
  • Reproches.
  • Rabia.
  • Llantos.
  • Deseo de morir.
  • Sensación de vacío.
  • Pérdida de control.
  • Naúseas.
  • Diarreas.
  • Dolores estomacales.
  • Gritos.
  • Violencia.

 ¿Qué puedes hacer para dar malas noticias?

 Dicho lo anterior, ahora te toca conocer distintos consejos y estrategias para saber cómo dar malas noticias. Para ello, te voy a mostrar una adaptación del protocolo desarrollado por Buckman y el de la autora Mª del Mar Gómez Gutiérrez.

Su aplicación no te llevará mucho tiempo y cuanto más lo pongas en práctica, más fácil te resultará llevarlo a cabo.

Pasos a seguir antes de comunicar malas noticias

Paso Nº1:  ¿Qué tengo que comunicar?.

Antes de proceder a tomar cualquier tipo de decisión, tienes que saber en profundidad que tienes que contar. Te puedes hacer un tipo de guión o esquema para estructurar como empezar y terminar y también, te podrá ayudar a que no se te olvide nada.

En este paso, dependiendo en el momento que te encuentres, tendrás más o menos tiempo, pero es importante saber bien, aquello que quieres contar.

¡Recuerda! No existe una única realidad, sino una por cada persona.

Paso Nº2: ¿A quién le tengo que contar la mala noticia?.  

Este paso está compuesto por otros pasos que no por ello son menos relevantes, los cuales son:

Es importante que sepas muy bien a quién te tienes que dirigir para proceder a :

  • Identificar a quién se les va a comunicar la noticia.
  • Evaluar el estado emocional, qué vocabulario utiliza, entre otros aspectos para poder adaptar tu intervención a la persona.
  • Averiguar cuanto sabe la persona.

Conviene estar atenta/o a lo que la persona dice, no dice, evita decir o sospecha.

Tienes que tener en cuenta, que no eres la única fuente o medio de información.

¡Recuerda! Es necesario que individualices o personalices cómo puedes comunicar una mala noticia a la persona.

El aporte de la información y cómo puede impactar en la persona, dependerá en gran medida de cómo ejecutes estos pasos.

Paso Nº3: ¿Dónde y cuándo voy a contar la mala noticia?

En este paso, ya se va acercando el momento de compartir la mala noticia, pero antes tendrás que decir, con la información que has obtenido dónde y cuándo lo vas a llevar a cabo.

Según diversos autores el entorno ideal está definido por una habitación cómoda, segura y tranquila en la que haya privacidad, la persona pueda expresar sus emociones y no esté expuesta a cualquier estímulo estresor.

Pasos a seguir cuándo estás dando una mala noticia.

Paso Nº 1: Compartiendo la información.

Para ello, te sugiero que:

  • Explica de la forma más detallada posible aquello que le estás contando.
  • Comprueba el grado de compresión, deteniéndote tantas veces como sea necesario.
  • Permite interrupciones.
  • Utiliza un mensaje descriptivo de lo sucedido.
  • Dosifica la información en varios momentos.
  • Mantén una coherencia entre nuestro lenguaje verbal ( lo que dices) y el lenguaje no verbal (postura, tono de voz, etc).
  • Informa a la persona que te puede preguntar lo que desee.
  • Adapta la información al estado emocional de la persona y sus características.

¡Recuerda! No es lo mismo dar una mala noticia a una niña, a un niño o un adulto.

 Paso Nº 2: Responder a los sentimientos de la persona.

Consiste en identificar y reconocer las reacciones que pueda estar teniendo la persona para poder actuar en consecuencia.

Paso Nº3: Seguimiento.

Te pondrás a disposición de la persona por todo aquello que pueda necesitar y estarás atenta/o a los posibles problemas que pudieran surgir, y, si fuera necesario, estar preparada/o para movilizar todas las fuentes de apoyo familiar o social que sean necesarias.

 ¿Cómo dar malas noticias a los niños y niñas?

Adaptado de Mª del Mar Gómez Gutiérrez (2009).

Es importante, si existe la posibilidad que sea un familiar  o alguien cercano al menor, si está en condiciones de hacerlo, le comunique lo sucedido.

El mejor apoyo para dar una mala noticia a los niños y niñas será una cara conocida, por lo que, si es posible, debemos conseguir que así sea.

Lo primero, antes de nada, como te he dicho anteriormente, deberás valorar si el menor está en condiciones de poder recibir la mala noticia.

La información que se transmitirá tiene que ser sincera, apropiada a su edad y nivel de comprensión.

Tendrás que ser paciente, estar preparada/o para repetir la información las veces que sean necesarias,  asegurarte  de que el menor está comprendiendo aquello que le estás diciendo, no emplear mentiras a las niñas o niños porque no son tontos, si no sabes algo mejor decirle que no lo sabes, usar palabras o términos sencillos, no dejarles solas/os, expresar sus emociones libremente sean cuales sean…

Nunca trates de ocultar tus sentimientos,  sufrimiento o ganas de llorar al menor, pueden ver que es normal y esto impedirá que expresen sus propias emociones.

Llorar delante de un menor, es normal , pues le estás enseñando que es bueno expresar lo que una/uno siente.

Aquí pongo punto y final a esta guía clínica sobre cómo dar malas noticias.

Espero que te haya servido de ayuda.

Si me he dejado algo o tienes alguna duda… no dudes en escribirme.

Gracias por haber llegado hasta el final y te animo a seguir leyendo otros artículos relacionado con la práctica clínica del duelo patológico o si no otras secciones de este blog de psicología.

¡Nos vemos pronto!

B.C.R

Psicológo Sanitario

Desde que cursé el Máster Oficial de Psicología Clínica y de la Salud, he ido compaginando la intervención psicológica con el diseño y desarrollo de proyectos sociales. Mientras tanto he ido complementando mi formación con distintos cursos del Colegio Oficial de psicólogos y otras instituciones.

Decidí crear el «Blog Qué Piensa un Psicólogo » para ayudar, dar a conocer de una forma creativa y diferente los entresijos de la ciencia que estudia el comportamiento humano (psicología), y como medio de aprendizaje continuo personal y profesional.