Estoy cansado de que siempre me hables así, ya basta.
No paras de criticar y de juzgar aquello que digo y hago.
¿Por qué no hablas por ti mismo y dejas que los demás opinen o piensen lo que quieran?
Te voy a poner varios ejemplos para que puedas observar la diferencia de cómo hablas a los demás, y a mi personalmente:
Mensaje tú: «Me pones de los nervios»
No sería mejor…
Mensaje yo: «Cuando hablas de ese modo (de ese modo en concreto) me pones muy nervioso»
A mí realmente me harías sentir de otra manera, piénsalo.
Otro ejemplo que me pone de los nervios y lo sueles hacer muy a menudo:
Mensaje tú: «¿Por qué tienes esa manía de hablar tan alto?»
Mensaje yo: «Te ruego que hables más bajo» «Me gustaría que hablaras más bajo”
¿Ves la diferencia?
Otro ejemplo para que puedas observar que no solo lo haces conmigo, sino también cuando estamos en grupo:
Mensaje tú: «¿Cuántas veces te tengo que decir que no me interrumpas mientras estoy hablando?»
No sería mejor…
Mensaje yo: Prefiero, cuando me tengas que contar algo, que esperes a que termine de hablar, porque no puedo atender a dos conversaciones a la vez”
Como habrás podido observar,
Un mensaje “Y0” habla de nosotros mismos, de nuestro punto de vista, y no juzga en ningún momento el punto de vista de los demás o los pone en cuestión; además es una forma muy sencilla que nos sirve para comunicar:
- Necesidades: Necesito… Lo que más me interesa en este momento es…
- Problemas y preocupaciones: Estoy muy preocupado por… Me preocupa… Me encuentro ante un grave problema…
- Sentimientos: Me siento… Estoy desconcertado… Me entristece que…
- Opiniones: Creo… Considero… Opino… Pienso… En mi opinión… Desde mi punto de vista…
- Deseos y peticiones: Me gustaría que… Te ruego que… Deseo decirte que… Prefiero que…
- Decisiones: He pensado que… He decidido que…
Para comunicar un mensaje “YO” no basta con iniciar la frase con el pronombre «yo», por ejemplo «Yo creo que tu opinión no tiene ni pies ni cabeza…» porque no se centra en nuestro punto de vista, sino que juzga o critica la opinión de la otra persona.
La forma y la eficacia del mensaje “YO” está en emplear los pasos que te voy a señalar a continuación, no olvides tenerlos en cuenta:
Primer paso, describe brevemente la situación o comportamiento que te molesta o te genera problemas. Con hechos que han pasado, y evita las generalidades que no llevan a nada.
Segundo paso, expresa sin miedo y sin ocultamientos, con el lenguaje no verbal propio de la comunicación asertiva, tus necesidades, opiniones, deseos, sentimientos y decisiones. En este punto solo hablas de ti, recuérdalo.
Tercer paso y último, describe las consecuencias o efectos tangibles que dicho comportamiento o situación tiene o puede tener: “Porque… Esto ocasiona…”. Describir las consecuencias de forma objetiva pero siempre desde tu punto de vista.
Antes de nada me gustaría que supieses que yo también hacía lo mismo, pero poco a poco he ido comprobando los resultados de hablar o expresarme de esta manera y cada vez me siento mejor conmigo mismo, controlo más las situaciones a las que me enfrento cada día, y las personas que me rodean me tienen más en cuenta.