En esta guía clínica, te explico paso a paso en qué consiste la intervención psicológica del duelo patológico, las características específicas para su evaluación e intervención y cómo ponerla en práctica.

Como punto de partida, lo primero que tienes que saber sobre la intervención psicológica del duelo patológico es que el objetivo no es hacer olvidar a la persona, familia o pareja a su ser querido, sino tratar de que se adapte a la pérdida, respetando siempre el ritmo personal del doliente.

Es importante que tengas en cuenta que el duelo de una persona, familia o pareja no se parece al de ninguna otra, ya que las variables que influyen en dicho proceso son múltiples, las cuales determinarán las reacciones emocionales, cognitivas, relacionales, físicas y comportamentales y su adaptación al duelo.

¿Cuáles son los síntomas del duelo patológico?

En relación a los síntomas del duelo patológico, en muchos casos no se presentan con límites claros en comparación a un duelo normal.

Por ello, cuando lleves a cabo la intervención psicológica del duelo patológico, tendrás que evaluar, por un lado, la temporalidad e intensidad de dichos síntomas y, por otro, el deterioro global de la persona, familia y pareja.

Es importante destacar que cada persona reacciona de una forma muy distinta ante dicho proceso, no todas las personas presentarán los mismos síntomas, ni todos los síntomas que os indico más adelante e incluso pueden ser otros.

  • No puede hablar del fallecido sin experimentar un dolor intenso y reciente, pasado un año o más del fallecimiento.
  • Situaciones sin importancia desencadenan reacciones emocionales desproporcionadas.
  • No puede desprenderse de las posesiones personales del fallecido (momificación).
  • Experimenta síntomas físicos similares a los sufridos por el fallecido.
  • Cambios radicales en el estilo de vida.
  • Deseo intenso de imitar al fallecido.
  • Aparición de impulsos destructivos, hacia uno mismo y los demás.
  • Fobia respecto a la enfermedad o la muerte específica que padeció el fallecido.
  • Aislamiento social.
  • Deseos de morir y reunirse con el fallecido.
  • Sentir que la vida ya carece de sentido sin el fallecido.
  • Sentimientos de confusión sobre la propia identidad y rol en la vida.
  • Intentos de suicidio.
  • Pesadillas, flashbacks y recuerdos intrusivos recurrentes relacionados con el fallecido.
  • Cambios bruscos de peso y aspecto físico.
  • La pena y la tristeza no se expresa en absoluto, pasado varias semanas o meses del fallecimiento.
  • Búsqueda del fallecido por todas partes y a todas horas.
  • Delirios.
  • Alucinaciones.
  • Consumo de sustancias o actividades adictivas.
  • Alteraciones físicas (estreñimiento, cefaleas, dolores musculares, etc).
  • Reacciones emocionales intensas y frecuentes prolongadas en el tiempo (culpa, rabia, rustración, odio, ansiedad, etc).
  • Sentimientos de venganza continúa.
  • Historia de depresión marcada por la culpa persistente.
  • Evitación, negación o dificultad para adaptarse a la pérdida del ser querido.

Motivo de consulta

En este punto tendrás que estar alerta porque en muchos casos, la sintomatología que presenta la persona, puede que no se corresponda con el motivo de consulta o las causas por las cuales demanda la atención psicológica y el problema verdadero se encuentre enmascarado como suele suceder con los duelos no resueltos o patológicos.

 Evaluación psicológica del duelo patológico

Para ofrecer un marco de intervención eficaz, tendrás que evaluar las siguientes áreas:

Es importante (y no se te puede olvidar) evaluar en qué momento del proceso de duelo se encuentra la persona que demanda la ayuda psicológica.

Áreas de evaluación psicológica

  • Área Contextual o situacional: hace referencia a las variables que afectan directamente a las circunstancias del fallecimiento y al curso del duelo.
  • Área Individual: hace referencia a aquellas variables relacionadas con el doliente que puedan estar influyendo en el proceso del duelo.
  • Área Relacional y/o Social: Hace referencia a aquellas variables relacionadas con los contextos más próximos antes y después del fallecimiento.
  • Área Familiar: Hace referencia a todas aquellas variables relacionadas con el funcionamiento familiar antes y después de la pérdida.
  • Área Interpersonal – relacional con el Fallecido : hacer referencia al tipo de relación que mantenía el doliente con el fallecido.
  • Área de Pareja: Hace referencia a todas aquellas variables relacionadas con el funcionamiento de la pareja antes y después de la pérdida.
  • Situación actual: hace referencia a las variables relacionadas con la sintomatología actual de la persona y objetivos/necesidades (motivos de consulta) del doliente.

Test para evaluar el duelo patológico

  • Inventario de experiencias en duelo (IED). The GRIEF Experience Inventory de Sanders, MAuger y Strong,1985). Adaptado por García-García, Landa, Trigueros y Gaminde (2001).
  • Inventario Texas Revisado de Duelo (ITRD) . The GRIEF Experience Inventory de Sanders, MAuger y Strong,1985). Adaptado por García-García, Landa, Trigueros y Gaminde (1995).
  • Inventario de Duelo Complicado (IDC) (The inventary of Complicated Grief de Prigerson y Jacobs, 2001). Traducido al español por Adaptado por García-García, Landa,Grandes, Prigerson, Echevarría, Grandes, Mauriz y Andollo).
  • Cuestionario de Riesgo de Duelo Complicado (CRDC) (The Risk Index de Parkes y Weiss, 1983). Traducido al español por García-García, Landa,Grandes, Grandes, Mauriz y Andollo (2002).
  • Valoración del Riesgo de Complicaciones en la Resolución del Duelo (VRCRD) (Soler, Barreto y YI, 2002).

¿En qué consiste la intervención psicológica del duelo patológico?

Recuerda que las decisiones y los diferentes pasos que lleves a cabo en la intervención psicológica del duelo patológico siempre tendrás que adaptarla a las necesidades, sintomatología y problemas de la persona, familia y/o pareja.

Irá dirigida a facilitar la ela­boración del duelo y la adaptación a la nueva situación.

Es importante que valores si el tratamiento va a ser individual, familiar, de pareja o grupal o combinarlas entre ellas. Artículo escrito por quepiensaunpsicologo.com

Son orientativos:

Pasos para la intervención

Paso Nº 1Descartar enfermedades o problemas médicos.

Nunca se debe empezar una terapia de duelo patológica si el principal problema es un síntoma físico (aspecto que tendrás que tener en cuenta en la evaluación).

 Paso Nº2: Informar sobre el proceso del duelo (psicoeducación).

Paso Nº 3 – Momentos Iniciales.

En este paso la persona llevará a cabo distintas técnicas para afrontar los primeros momentos y cuidar cada una de las dimensiones o áreas de su vida (físico, emocional, cognitivo, comportamental, relacional, social, familiar y de pareja). Todo dependerá de la sintomatológica que presente la persona.

Paso Nº 4: Objetos del Fallecido (guardarlos, tirarlos o regalarlos).

En este paso la persona, familia o pareja tendrán que tomar una decisión (guardarlos, tirarlos o regalarlos). En ningún momento se pueden precipitar ya que en un futuro se pueden arrepentir.

Nadie debe realizar este trabajo sin su autorización, lo deben hacer ellos mismos aunque resulte doloroso.

Es importante que la persona, los miembros de la familia o pareja, comprendan que los objetos tienen una función de vinculación con el fallecido. Por lo tanto, guardarlos les ayudará a sentir que todavía tienen relación con el fallecido y pueden utilizarlos para expresar recuerdos, sentimientos, pensamientos… lo que ayudará afrontar el duelo.

Sin embargo, también tienen que comprender que el hecho de guardar los objetos del fallecido durante mucho tiempo es una forma de no aceptar lo ocurrido o negar la realidad, lo cual se puede convertir en un problema conocido como momificación. Artículo escrito por quepiensaunpsicologo.com

Paso Nº 5: Las circunstancias de la pérdida.

En este punto se abordará cómo ha sido la pérdida, los momentos anteriores e inmediatamente posteriores a ésta. Lo que permitirá dar respuesta aquellos interrogantes aún no resueltos.

Como por ejemplo:

  • Si piensas que la muerte podía haberse evitado.
  • Si crees que tu ser querido ha sufrido.
  • Si te faltan detalles o información sobre cómo fue la muerte que imposibilitan tu comprensión.
  • Si sientes que estuviste solo, sin apoyo, en el tiempo que transcurrió el fallecimiento.
  • Si tu ser querido ha fallecido después de una largar enfermedad degenerativa.
  • Si la forma en que recibiste la noticia del fallecimiento fue inadecuada o te causó un sufrimiento adicional.
  • Entre otras.

Consiste en minimizar el impacto de esas imágenes y recuerdos elaborando un nuevo significado que no suscite reacciones emocionales negativas.

Paso nº 7: Revivir recuerdos del fallecido.

En este paso se hablará del fallecido, sobre todo de sus características y cualidades.

Se empezará a hablar poco a poco de los recuerdos que despiertan sentimientos encontrados.

Tratarás hacer ver al paciente que sentir emociones positivas y negativas hacia el fallecido es normal y que se puede alcanzar un equilibrio entre las dos.

Paso Nº6: Integrar la pérdida a la nueva realidad.

En este punto tendrás que tener presente que aceptar es una palabra que muchas personas en duelo rechazan y no es necesario aceptar la muerte para realizar el duelo ( Payás, A. 2014). Si eres un padre o una madre que ha perdido a su hijo/a, esa palabra seguramente no existirá en su vocabulario.

Por ello, habrá que tratar de buscar cuál es el significado que tiene para la persona aceptar la pérdida.

Se intentará, facilitar que la persona pueda despedirse del fallecido, dándole/la a entender que decir adiós no supone olvidar sino que pueda continuar con su vida.

Es decir, que empiece a disfrutar de los recuerdos a pesar del dolor que le puedan producir y no tenga que huir de todo aquello que rodea a la nueva realidad.

Por lo tanto en este punto habrá que:

Identificar qué comportamientos, pensamientos y emociones se están llevando a cabo y están actuando para que la persona no esté integrando la pérdida a la nueva realidad.

Como por ejemplo

  • La emoción que más distrae de dolor de la tristeza, es el enfado. Es lo que denominamos una emoción tapadera. El enfado siempre se dirige contra alguna cosa, algún hecho o alguna persona.
  • Culpa (se manifiesta normalmente con pensamientos repetitivos, lo que se conoce como rumiaciones de duelo). “ Si hubiese”, “Si no hubiese”, “ Es culpa mía”, “Tendría que haber».

Otras

Es importante diferencia qué parte de culpa tiene una base real y qué parte no la tiene, para poder trabajarlo posteriormente.

  • Evitar los lugares y fechas que te traen recuerdos.
  • Actividades de búsqueda del riesgo.
  • Sustitución como por ejemplo tras la muerte del marido buscar una pareja nueva o tras el fallecimiento de un hijo tener otro con rapidez.
  • Reducir las rumiaciones en general y los pensamientos e imágenes intrusivos acerca del fallecido o las circunstancias de la muerte.
  • Reforzar los comportamientos adecuados.
  • Estable­cer una nueva forma de relación con el fallecido compatible con la realidad pre­sente.

Ayudarás al paciente a buscar alguna clase de vínculo duradero con el fallecido para que se sienta libre y pueda adaptarse a esta nueva etapa en su vida.

Paso Nº 7: Activación de las estrategias de regulación emocional.

En este punto tratarás de entrenar al paciente en habilidades emocionales para etiquetar, aceptar, analizar y regular las emociones.

Paso Nº 8: La familia.

En este paso es importante tolerar las distintas respuestas emocionales y comportamentales, y estar preparados para que los miembros de la familia puedan estar en distintas fases del proceso del duelo.

Tratarás de aumentar la cohesión, abrirás canales de comunicación y ayudarás a resolver conflictos, facili­tando un ambiente de apoyo que for­talece los vínculos entre los miembros de la familia.

Paso Nº 9: Resolución de problemas.

En este paso se ayudará al paciente a explorar en qué medida afecta y está afectando la pérdida a su identidad personal, adquirir nuevas aptitudes y adoptar nuevos roles.

Paso Nº 10: Apoyo social.

En este punto se trabajará el sentimiento de apoyo percibido y recibido.

A su vez, se buscará que el paciente aprenda a estar solo, comience a realizar actividades sociales y fortalecer su red de apoyo.

Paso Nº 11. Ayudar al paciente a proyectar una vida nueva sin el fallecido.

Lecturas obligatorias

 

Aquí pongo punto y final a esta guía clínica sobre la intervención psicológica del duelo patológico.

Espero que te haya servido de ayuda.

Si me he dejado algo o tienes alguna duda… no dudes en escribirme.

Gracias por haber llegado hasta el final y te animo a seguir leyendo otros artículos relacionado con el duelo patológico  y la práctica clínica o si no otras secciones de este blog de psicología.

¡Nos vemos pronto!

B.C.R

Psicológo Sanitario

Desde que cursé el Máster Oficial de Psicología Clínica y de la Salud, he ido compaginando la intervención psicológica con el diseño y desarrollo de proyectos sociales. Mientras tanto he ido complementando mi formación con distintos cursos del Colegio Oficial de psicólogos y otras instituciones.

Decidí crear el «Blog Qué Piensa un Psicólogo » para ayudar, dar a conocer de una forma creativa y diferente los entresijos de la ciencia que estudia el comportamiento humano (psicología), y como medio de aprendizaje continuo personal y profesional.