– Eso no es verdad ¿Cómo lo sabes?
Lo primero que tienes que tener en cuenta a la hora de hablar de la autoestima es saber diferenciarla del autoconcepto.
Entendiendo el autoconcepto como la percepción que cada persona tiene de sí misma en relación a sus cualidades físicas, psicológicas, afectivas y sociales, la cual vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida a partir de cada una de las situaciones a las que nos vamos enfrentando desde niños, es decir, de nuestras experiencias.
Mientras tanto, la autoestima es el sentimiento de aceptación de nuestras cualidades y debilidades.
Por un lado, nos aporta la motivación necesaria para conseguir nuestras metas y objetivos y por otro, influye en cómo nos tratamos a nosotros mismos y a las personas que nos rodean.
Has visto qué sí sé lo que es… ¿Cómo te quedas ahora?
– ¿A ti quién te ha contado eso?
Incluso te diría que tu autoestima se diferencia a la mía porque la valoración que yo llevo a cabo de nuestras relaciones sociales es más realista y positiva, mientras que tú las desprecias y sobrevaloras.
Necesitas en todo momento un apoyo, que te digan cómo y qué tienes que hacer y decir, en vez de actuar de forma independiente y con iniciativa como hago yo.
Lo que al final te lleva a inhibir tus sentimientos y emociones por miedo a ser rechazado o a no ser correspondido, cuando te debería dar igual lo que piensen de ti.
Mírame a mí, digo y expreso lo que quiero en cada momento con total libertad e independencia de las reacciones de los demás, siempre y cuando no sean importantes para mí.
– Sí, tienes razón, pero no es fácil.
Ya lo sé, algún día tendrás que dar el paso, de esa manera dejarás de buscar excusas y de evitar situaciones por tus inseguridades y miedos.
Qué crees, que a mí no me cuesta afrontar nuevos retos aunque no esté seguro de conseguirlos, pero lo intento, unas veces salen bien y otras no.
– Si ya lo sé, te veo y me das envidia.
Por eso, cuando algo te sale mal o al contrario de como pensabas, no te puedes venir abajo, tienes que seguir intentándolo cueste lo que cueste y aprender de los errores como yo.
Eso sí, prométeme que a partir de ahora vas a dejar de sentirte inferior al resto de personas, ya que todos somos iguales.
No dejamos de tener cualidades y debilidades a la hora de hacer algo, sea lo que sea a algunos nos cuesta más y a otros menos, pero lo importante es sentirse satisfecho con lo que hacemos en cada momento.
¿Es o no es diferente mi autoestima de la tuya?