Hasta que todo cambia y aquello que era normal deja de serlo.
¿Cómo no iba a creer a mi pareja?
En un primer momento llegué a pensar como él, por la convicción, credibilidad y transcendencia personal con la cual estaba viviendo dicha situación.
Las justificaciones, motivos y razonamientos eran tan creíbles, que no pude hacer otra cosa que creerle.
Sabía que por su trabajo el estrés, la tensión y su preocupación por la seguridad era algo normal, no tuve más remedio que aprender a vivir con ello.
Todo cambió cuando comencé a verle más nervioso de lo normal, pero lo que más me llamó la atención fue su desconfianza extrema hacia mí y al resto de personas ya fueran vecinos, amigos o compañeros de trabajo.
Su comportamiento era extraño, ante cualquier tipo ruido se ponía en alerta.
Se pasaba la mayor parte de la noches despierto.
Nunca me dejaba encender las luces de casa, las persianas tenían que estar siempre bajadas y la televisión, el wifi, los teléfonos móviles, los ordenadores apagados.
Hasta alquiló una plaza de garaje a varías manzanas de nuestra casa para que nadie supiera dónde vivíamos.
Al verle actuar así, trataba de buscar alguna explicación; preguntándole, hablando con él pero nada.
Las únicas respuestas que obtenía eran; que en su trabajo le habían descubierto, amenazado y nuestras vidas corrían peligro. Como notasen algún movimiento extraño en la cuentas del banco podríamos perder las casa, el coche y todo lo que estaba en nuestro poder.
Como te puedes imaginar, llegó un momento que la convivencia se hizo imposible.
A pesar de su poder de convicción, trataba de convencerle de lo contrario pero no había manera de que entrara en razón.
Lo peor de todo, por ayudarle y estar con él, yo también me fui aislando cada vez más. Mi hermana y mis amigas me llamaban, para preguntarme qué sucedía y por protegerle siempre les mentía.
Un error por mi parte.
La gota que colmó el vaso fue cuando comenzó a preocuparse por la comida, solo podíamos comer alimentos comprados o cocinados por él, por miedo a que nos pudieran envenenar.
Se enfadaba, alteraba y ponía agresivo.
Le veía capaz de hacer cualquier cosa.
Lamento no haber reaccionado antes.
¿Qué es un delirio?
Jaspers (1946) “Juicios falsos que se caracterizan porque el sujeto los mantiene con gran convicción y no son influenciables ni por la experiencia ni por conclusiones irrefutables, y además su contenido es imposibles”
Mullen (1979):
- Se mantiene con absoluta convicción.
- Se experimentan como una verdad evidente por sí misma, con una gran trascendencia personal.
- No se dejan modificar por la razón ni por la experiencia.
- Su contenido es a menudo fantástico e improbable.
- Las creencias no son compartidas por los otros miembros del grupo social o cultural.
Dimensiones:
1º Inmodificabilidad, incorregibilidad o fijeza: mantenimiento del delirio a lo largo del tiempo a pesar de la evidencias en contra.
2º Intensidad o convicción: grado de convicción que muestra el sujeto. Concepto dimensional.
3º Ausencia de apoyos culturales.
4º Preocupación: rumiación de sus ideas y emplean mucho tiempo en expresarlas y reafirmarlas.
5º Implausibilidad: Grado en que el delirio se aparta de la realidad.
(Tomado de Belloch, A., B y Ramos, F.(1995). «Manual de psicopatología» Volumen I. Madrid: McGraw- Hill)
Clasificación (Forma)
Tipos:
- Percepción delirante: interpretación delirante de una percepción normal (ej: descrubre en el color naranja de un vaso de zumo, el veneno que le han puesto).
- Intuición delirante: es indistinguible de cualquier idea que venga a nuestra cabeza repentinamente. Su contenido suele ser autorreferencial y de gran importancia para el paciente. (ej: el sujeto entiende por qué su esposa le sirve antes la comida a él).
- Recuerdos delirantes: reconstrucción delirante de un recuerdo real.( ej: de repente recuerda que el mes anterior su esposa le dijo que un día le cocinaría algo especial, lo que quiere decir que planea envenenarle).
- Atmósfera delirante: experiencia subjetiva de que el mundo ha cambiado de un modo sutil pero siniestro, inquietante y difícil o imposible de definir.
Secundarios o idea deliroide: surge de manera comprensible de otros procesos psíquicos, como la personalidad o los conflictos subyacentes.
La distinción entre la idea delirante o deliroide radica en la incompresibilidad o comprensibilidad respectivamente del delirio.
(Tomado de Belloch, A., B y Ramos, F.(1995). «Manual de psicopatología» Volumen I. Madrid: McGraw- Hill)
Clasificación (Contenido)
- Delirio de ser Controlado (Alineación del pensamiento, robo o transmisión del pensamiento): los sentimientos, impulsos, pensamientos, actos se viven como si no fueran propios, como impuestos por alguna fuerza externa.
- Idea delirante Corporal: el contenido principal hace referencia al funcionamiento del propio cuerpo ej mi cerebro está podrido. También juicios de valor extremos sobre el propio cuerpo ej mi boca está deformada.
- Idea delirante de Celos: Convicción delirante de que la pareja es infiel.
- Idea delirante de Grandeza: valoración exagerada de la importancia, el poder, el conocimiento o la identidad personal.
- Idea delirante de Pobreza: idea de que se ha perdido o perderá todas o casi todas sus posesiones materiales.
- Idea delirante Nihilista: gira en torno a la no existencia del yo o de alguna de sus partes, de los demás o del mundo. Ej “siempre estaré hueco por dentro”
- Idea delirante Persecutoria: convicción de que un sujeto o grupo es atacado, acosado , engañado, perseguido o víctima de una conspiración.
- Delirio de culpa: se siente culpable y responsable de todo tipo de miserias.
- Delirio de sosías o Síndrome de Capgras: cree que personas importantes de su vida están siendo usurpadas por un impostor, aun teniendo la misma apariencia.
- Delirio de amor o Síndrome de Clerembault: cree que otra persona está locamente enamorada de él.
(Tomado de Belloch, A., B y Ramos, F.(1995). «Manual de psicopatología» Volumen I. Madrid: McGraw- Hill)
B.C.R
Psicológo Sanitario
Desde que cursé el Máster Oficial de Psicología Clínica y de la Salud, he ido compaginando la intervención psicológica con el diseño y desarrollo de proyectos sociales. Mientras tanto he ido complementando mi formación con distintos cursos del Colegio Oficial de psicólogos y otras instituciones.
Decidí crear el «Blog Qué Piensa un Psicólogo » para ayudar, dar a conocer de una forma creativa y diferente los entresijos de la ciencia que estudia el comportamiento humano (psicología), y como medio de aprendizaje continuo personal y profesional.